Los relojes de la gama Deepsea demuestran la pericia de Rolex en materia de hermeticidad y resistencia a la presión submarina. Símbolos de la larga historia compartida entre la marca y los exploradores de las profundidades, los Oyster Perpetual Rolex Deepsea y Oyster Perpetual Deepsea Challenge son relojes de submarinismo profesionales altamente resistentes. Herméticos hasta una profundidad de 3900 metros en el Rolex Deepsea, lanzado en 2008, y 11 000 metros en el Deepsea Challenge, presentado en 2022.
El Rolex Deepsea responde a las más elevadas exigencias de los submarinistas profesionales en materia de resistencia a la presión submarina, precisión y fiabilidad, al tiempo que hace gala de los códigos estéticos y las características fundamentales de los relojes Profesionales de la colección Oyster Perpetual.
En su lanzamiento, este reloj de buceo profundo inauguró el sistema Ringlock, una arquitectura de caja inédita que le permite soportar la presión reinante a esa profundidad extrema. Su caja Oyster de 44 mm de diámetro está equipada con una válvula de helio.
Rolex Deepsea en acero Oystersteel con esfera negro intenso o D‑blue. Presenta un bisel giratorio unidireccional con disco Cerachrom graduado en cerámica negra. En 2024, la marca presentó una versión en oro amarillo de 18 quilates con esfera azul y disco de bisel Cerachrom en cerámica azul.
El Deepsea Challenge reafirma la legitimidad de Rolex como marca pionera en el ámbito de los relojes de buceo profundo y su pericia en materia de hermeticidad y resistencia a la presión submarina.
Este reloj de 50 mm es una adaptación del Rolex Deepsea Challenge, el reloj experimental que acompañó al director y explorador James Cameron a la fosa de las Marianas en 2012, colocado en el exterior de su sumergible.
Fabricado en titanio RLX, el Deepsea Challenge está disponible con una esfera negro intenso y presenta un bisel giratorio unidireccional con un disco Cerachrom graduado en cerámica negra.
El sistema Ringlock patentado de Rolex equipa los relojes de submarinismo de la marca pensados para las grandes profundidades, el Rolex Deepsea y el Deepsea Challenge. Este sistema, que viene a ampliar los hallazgos sobre hermeticidad del Oyster, es una arquitectura de caja reforzada que combina un grueso cristal de zafiro ligeramente abombado, una anilla de compresión de alto rendimiento y un fondo de titanio RLX.
La anilla de compresión es de acero enriquecido con nitrógeno en el Rolex Deepsea en acero Oystersteel y en el Deepsea Challenge, mientras que en la versión de oro amarillo de 18 quilates del Rolex Deepsea está fabricada en cerámica azul de alta tecnología, una primicia para este componente.
La caja Oyster de ambos modelos está, además, equipada con una válvula de helio, patentada en 1967, que actúa como dispositivo de seguridad en los relojes de submarinismo de la marca diseñados para las grandes profundidades. Esta válvula permite, durante las fases de descompresión en cámara hiperbárica —un proceso inherente a las inmersiones profundas—, evacuar el exceso de presión acumulado en la caja sin que la hermeticidad se vea afectada.
En el submarinismo profundo, es esencial una máxima seguridad y fiablidad. La hermeticidad de cada reloj Rolex Deepsea y Deepsea Challenge se pone a prueba con un margen de seguridad del 25 %, tal como exige la norma vigente para este tipo de reloj.
Por este motivo, las pruebas realizadas someten al Rolex Deepsea, que tiene una garantía de hermeticidad de hasta 3900 metros, a la presión reinante a 4875 metros de profundidad, mientras que al Deepsea Challenge, hermético hasta 11 000 metros, lo someten a la presión reinante a 13 750 metros de profundidad.
Para estas pruebas, la marca desarrolló una cuba hiperbárica para el Rolex Deepsea y una cuba de ultraalta presión para el Deepsea Challenge junto con COMEX (Compagnie Maritime d’Expertise), una empresa francesa de renombre internacional, especializada en ingeniería subacuática y tecnologías hiperbáricas.
Como todos los relojes Rolex, la gama Deepsea cuenta con la certificación de Cronómetro Superlativo. Esta denominación atestigua que cada reloj que sale de los talleres de la marca ha superado con éxito una serie de pruebas llevadas a cabo por Rolex en sus laboratorios internos y con arreglo a sus propios criterios. El estatus de Cronómetro Superlativo se simboliza mediante el sello verde y va acompañado de una garantía internacional de cinco años.
