La Grande Maison presenta el Reverso Tribute Duoface Tourbillon de oro rosa, inspirado en su primer reloj de pulsera con tourbillon. Esta magnífica versión del calibre 847 presentada en 2018 revela la audaz maestría de la Manufactura con respecto al tourbillon. Además de incorporar el concepto Duoface, sus dos esferas presentan dos estéticas diferentes, con un segundo huso horario y un indicador día/noche en la esfera del reverso.
Tras su nacimiento en 1931 y durante los primeros 60 años, el Reverso daba la hora sin complicaciones mecánicas añadidas. A partir de 1990, ante la coincidencia del 60 aniversario y con un renovado interés por la relojería mecánica tras la crisis del cuarzo, Jaeger-LeCoultre presentó una serie de modelos Reverso excepcionales. Cada reloj lanzado a lo largo de una década dorada presentaba una de las grandes complicaciones clásicas.
En 1993, la Maison lanzó el Reverso Tourbillon inspirándose en el legado del primer movimiento con tourbillon calibre 170, desarrollado para un reloj de bolsillo en 1946. No solo fue el primer reloj de pulsera con tourbillon de la Manufactura, sino también el primero con caja rectangular y movimiento de forma.
Su maestría con respecto al tourbillon no ha dejado de crecer, y la Maison ha desarrollado modelos multiejes que incorporan distintos formatos de volante. Su maestría con este dispositivo regulador, que mejora la precisión del cronometraje al neutralizar el efecto de la gravedad en un movimiento relojero, se confirmó en 2009, cuando los relojes Jaeger-LeCoultre se hicieron con la primera y la segunda posición del Concurso Internacional de Cronometría. En la actualidad, su experiencia continúa ampliándose con el desarrollo de nuevas configuraciones.
El Reverso Tribute Duoface Tourbillon, con la esfera del anverso visible, envuelve la muñeca con elegancia y distinción. La estética depurada y los detalles característicos de la esfera, que captan el espíritu de los primeros modelos de los años 30, desprenden refinamiento. Los índices horarios facetados se complementan con las agujas Dauphine y están enmarcados por una minutería ferrocarril.
El tourbillon destaca por estos detalles discretos y el brillo sutil de la esfera plateada tornasolada cepillada del anverso. La mirada se ve atraída por su movimiento giratorio, y luego recorre su intrincada estructura hasta llegar al fondo de la caja. A medida que la caja gira, revela la caja integral, donde aparece un vistoso motivo tornasolado centrado en un disco con pulido de espejo. El disco se alinea a la perfección con el tourbillon para reflejar la luz a través del delicado mecanismo.
La esfera del reverso posee un carácter más atrevido, realzado por una esqueletización parcial y una espléndida decoración —incluido el angulado de los puentes— del taller Métiers Rares® de la Manufactura. El segundo huso horario se indica con agujas e índices dorados en una esfera tornasolada negra. El indicador día/noche, situado sobre la esfera, presenta un atractivo cielo estrellado. Los puentes de oro, que recuerdan al Reverso Tourbillon de 1993, revelan una exquisita textura con guilloché Clous de Paris, y los tornillos azulados generan un intenso contraste con el oro. El guilloché de los puentes, una delicada labor que requiere una alta cualificación y se realiza con un torno centenario manual, es fruto de seis horas de meticuloso trabajo.
Con su distintiva caja rectangular, el Reverso es un destacado icono del diseño del siglo XX y uno de los relojes más inconfundibles del mundo. Las armoniosas proporciones de su caja, en sintonía con el diseño original basado en la proporción áurea, resultan tan modernas como cuando se diseñó hace más de 90 años, un telón de fondo perfecto para fascinantes complicaciones.
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