Montblanc vuelve a la feria Watches & Wonders, en Ginebra, con un stand inspirado en las raíces de la Maison en la cultura de la escritura, así como en su conexión con las montañas. Al adentrarse en el stand de Montblanc, los visitantes se sumergirán en un paisaje alpino gracias a las paredes que recuerdan el hielo y el granito con toques de blanco, gris y madera. La pieza central es la protagonista: una original instalación que consiste en un péndulo-pluma fuente que dibuja una montaña con un gran plumín Montblanc.
El péndulo, concebido por la artista visual nómada de origen francés Marie de la Ville Baugé, se mueve durante 8 horas al día sobre un lienzo circular, que recuerda la esfera de un reloj, para crear una obra de arte dedicada a los glaciares de las montañas. De esta manera, se crea un vínculo entre el tiempo, el arte de la escritura y el espíritu de exploración alpina, una temática esencial en el mundo de la relojería de Montblanc. Además, la artista ha creado diseños de papel en capas para las columnas de exposición de los relojes, que evocan la arquitectura monolítica de la Montblanc Haus, un rincón donde se celebra la influencia de la marca en la evolución de la escritura a mano.
Marie de la Ville Baugé ha recurrido a sus propias experiencias en el montañismo para desarrollar este concepto, así como a las personas que ha conocido en el Ártico y en las montañas durante sus aventuras. También ha encontrado inspiración en las obras literarias de dos Montblanc Mark Makers: las leyendas del alpinismo Reinhold Messner y Nimsdai Purja, a los cuales Montblanc les ha dedicado un reloj, respectivamente. La obra artística en las paredes del booth también incorpora citas de Messner y Purja, tomadas de sus narraciones literarias acerca de sus impresionantes hazañas en la montaña.
«Llevar un reloj Montblanc es el punto de partida para iniciar una gran aventura. Se trata de un accesorio que te transmite las sensaciones que vives en este tipo de aventuras: el viento frío soplándote en el pelo, la fuerza de voluntad, la motivación, el deseo, la satisfacción del esfuerzo, la autoestima y la superación personal, además del vínculo auténtico entre la naturaleza y los elementos, la firmeza en las decisiones y, sobre todo, la acción», explica la creadora Marie de la Ville Baugé.
El diseño de toda la caseta alude a las historias de los relojes, como los desafíos a los que se han enfrentado exploradores, como Messner o Purja, en algunas de las ascensiones más extremas y en algunos de los rincones más remotos del planeta. Uno de los relojes que se expone por primera vez pertenece a la colección cápsula Montblanc 1858 0 Oxygen The 8000, que resalta las 14 cimas más altas del mundo. Todas ellas superan los 8000 metros sobre el nivel del mar. Las arriesgadas ascensiones suponen todo un reto, ya que apenas hay suficiente oxígeno para que el cuerpo humano pueda sobrevivir fisiológicamente más de unas pocas horas. Solo unos pocos alpinistas han conseguido culminar estas 14 cimas. Aún hay menos que lo hayan logrado sin oxígeno suplementario, como Messner o Purja, entre otros.